Si hay una zona del rostro que es capaz de hablar por sí misma, sea cual sea nuestra cara, es la mirada. Pero en este caso, aunque estemos refiriéndonos a lo que compete a los ojos, no nos centramos en ellos, sino en su alrededor, es decir, en todo lo que ayuda a que tengamos una zona ocular bonita, y en particular, las cejas.
Dependiendo del espesor de las mismas, de las tendencias, de nuestros propios gustos y de lo mañosas que seamos, así deberemos depilarlas en un momento determinado. Si estás dispuesta a hacerlo pero quieres saber algún truco de belleza que te ayudará a estar más guapa que nunca, anota estas claves.
Para empezar, traza con un lápiz de ojos la zona concreta que quieras eliminar, así te será mucho más sencillo concretar el sitio por el que hay que empezar a limpiar y no te pasarás. Aunque el pelo crece, hay que reconocer que no es de buen gusto llevar una ceja más corta que otra, o habernos pasado al hacerlo.
De todos modos, si esto sucediera, puedes ayudarte de un resto de rímel que tengas con alguna máscara de pestañas que esté un poco seca, para que así no se mueva ni un pelo, nunca mejor dicho.
Por otro lado, empieza a eliminar los pelos que te interesa retirar por zonas. Es decir, no lo hagas tan rápido que quites de la zona del entrecejo y saltes directamente a la parte más alejada de los ojos.
Es recomendable que lo hagas poco a poco, con un espejo de aumento que haga que te des cuenta de todo lo que realmente te estás quitando. Y ante todo, trata de copiar exactamente lo que hayas hecho en una de ellas para que ambas te queden iguales.
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