Las razones y cómo prevenirlo

Causas

Parte del problema de la caída del cabello es que no solemos identificar las causas que la producen, por lo que seguimos manteniendo los mismos hábitos, sin conseguir frenarla adecuadamente. ¿Será el estrés, la falta de una vitamina o nutriente concreto o quizá es hereditaria?

No existe un detonante específico para cada persona, pero sí varios factores que influyen en la pérdida del cabello, y que combinados pueden hacer que esta caída supere los límites de lo considerado normal.

Las principales causas son:

Estrés

Causas hormonales

Alimentación

Enfermedad

Diabetes

Efecto secundario de alguna medicación

Embarazo y parto

Hábitos capilares

Tabaquismo

¿Cuánta caída es normal?

Algunos días solo con mover la cabeza notamos cómo varios cabellos se caen, pero perder una cantidad excesiva de manera diaria no es normal, por lo que debemos estar atentas a cualquier alteración en el ciclo habitual de nuestro pelo.

En promedio, es habitual perder de 50 a 100 cabellos diarios. Sin embargo, si el cabello comienza a caerse en mayor cantidad, o en pequeños mechones en lugar de hacerlo de forma aislada, puede ser un síntoma de que algo no va bien, y es recomendable acudir a un dermatólogo.

¿Cómo prevenirla?

El estrés y la dieta son dos de los factores más importantes a tener en cuenta a la hora de evitar la caída del cabello. Con el ritmo de vida frenético que llevamos hoy en día, evitar cualquier tipo de estrés puede convertirse en una misión casi imposible, por lo que el consejo más importante que podemos darte es que te tomes unos minutos del día para ti, y aprendas a enfrentarte a los problemas diarios con una actitud positiva.

Sin embargo, la alimentación es algo que podemos cuidar de manera muy sencilla, e incorporar los alimentos necesarios para prevenir este problema. Una dieta rica en proteínas ayudará a fortalecer la fibra capilar, evitando su caída. Las verduras de hoja verde también son beneficiosas debido a su gran contenido en hierro, así como los alimentos ricos en vitaminas del grupo B, como los huevos, la avena y la soja.