El humo del tabaco contiene miles de sustancias que dañan la piel, ya que la nicotina en sí misma es dañina. Más allá de sus vínculos conocidos con el cáncer, las enfermedades pulmonares y cardíacas, el tabaquismo se asocia con el envejecimiento prematuro de la piel, la cicatrización tardía de las heridas y el aumento de las infecciones. Además de una serie de trastornos de la piel, en particular la psoriasis, la hidradenitis supurativa y el lupus cutáneo.
Los expertos en dermatología observan que los fumadores tienden a verse más gravemente afectados que los no fumadores por la mayoría de las enfermedades inflamatorias de la piel, incluso el acné y varias afecciones que a menudo son más difíciles de tratar de manera efectiva en los fumadores.
– El humo del tabaco causa estrés oxidativo, también oclusión de los vasos sanguíneos y reduce las respuestas inmunes innatas de la piel.
– Induce a la metaloproteinasa, enzima que degrada específicamente el colágeno.
– Favorece a la creación de arrugas y surcos faciales, patas de gallo, líneas de fumador alrededor de los labios.
– Afecta la coloración de la piel que se hace desigual, grisácea, amarilla, se vuelve seca y gruesa.
Recordemos que uno de los efectos principales de la nicotina a reducir la reserva de vitamina C del cuerpo, una vitamina que contribuye a la producción de colágeno, el principal responsable de la elasticidad de la piel.
Por razones que no están del todo claras, las personas que fuman tabaco son más susceptibles a la infección con el virus del papiloma humano, una familia de virus que pueden causar verrugas, incluidas las verrugas genitales. Además, cáncer de piel, incluido cáncer de pulmón, garganta, boca y esófago. Por lo tanto, el tabaco puede aumentar el riesgo de sufrir alguna de estas enfermedades.
Los fumadores tienen tres veces más probabilidades de desarrollar carcinoma de células escamosas, el segundo tipo más común de cáncer de piel, que los no fumadores. También se ha demostrado que el tabaco reduce la capacidad de cicatrización de los pacientes por quirúrgicos.
El envejecimiento prematuro de la piel que produce el tabaco se debe a la alteración que causa en el flujo sanguíneo arterial. Dificulta la llegada de oxígeno y nutrientes al tejido conjuntivo cutáneo. el colágeno y las células a nivel profundo y superficial no reciben los nutrientes, produciéndose daños secundarios irreparables.
Importante
Afortunadamente algunos de los efectos son reversibles. Unas semanas después de dejar de fumar comenzarás a notar diferencias. Tu piel recupera el brillo natural y no se siente tan seca, las arrugas son menos visibles. Esos cambios tienen lugar incluso en personas que han fumado durante muchos años. Dejar el tabaco te brindará calidad de vida y salud en general.
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