Teñirlo nosotras mismas
Comprar una tintura y aplicarlo en casa no tiene por qué ser un error, pero la mayoría de las veces terminamos metiendo la pata. El resultado nunca suele ser el tono que aparece en la caja y vamos a conseguir un color diferente en la raíz y en las puntas si no conocemos la técnica.
El aburrimiento también puede llevarnos a experimentar con decoloraciones y cambios de tono que pueden suponer verdaderos crímenes para nuestro pelo, no todos los colores quedan bien a todo el mundo. Es importante tener en cuenta el tono de piel, de ojos y el color natural del cabello.
Además, si lo que estamos buscando en un inocente gesto es ocultar las canas, debemos saber que seguramente lo hagamos mal, podemos teñir una franja de pelo mayor de la necesaria y que se termine creando una especie de diadema de un color más intenso que el resto de la melena.
Cortarnos el pelo nosotras mismas
Dar estilo al pelo requiere una técnica que es difícil llevar a cabo, nunca puede quedar tan bien como el diseño de un profesional, que mezcla técnica y estilo. Además, hay que tener en cuenta las herramientas que usan los profesionales. Si no se usan las tijeras correctas, afiladas y de titanio, podemos estropear el pelo. El tipo de pelo, el grosor y la densidad también influyen en el corte. Si, por ejemplo, tenemos un pelo lacio y fino, va a ser imposible disimular los errores.
No hidratarlo
Sin una fecha exacta de “libertad” a la vista, no podemos esperar a someternos a un tratamiento de hidratación en las peluquerías. Una vez a la semana toca regalar a nuestro pelo un extra de suavidad en forma de mascarilla de aceite de oliva o de Argán, manteca de karité o cacao.
Dormir con el pelo mojado
Con los horarios y la rutina cambiadas, podemos adoptar este hábito que resulta muy dañino para el pelo. El cuero cabelludo sufre con un largo periodo de humedad y poco a poco va perdiendo fuerza. Además, al despertar, nos encontraremos con una melena encrespada y llena de nudos.
Desenredarlo mal
No hay que desenredarlo en seco. Al hacerlo de este modo, el cepillo no se desliza bien y se rompe la cutícula. El pelo se verá con menor volumen y resistencia. Siempre hay que realizarlo con el pelo húmedo y con un cepillo de esqueleto o peine de púas anchas.
Desantender la alimentación
Con el aburrimiento acechando y la despensa llena, podemos caer en la tentación de saltarnos la dieta y abusar de ciertos productos como el alcohol, el azúcar, las gaseosas o platos con exceso de grasa. Además de conseguir kilos de más, el pelo se volverá más fino, quebradizo y se caerá más. Adoptar una dieta rica en verduras ayudará a que nuestro pelo este más fuerte y evitar que pierda su brillo y color natural.
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