Hidratación
Es fundamental para aportar agua a la piel y mantener la barrera hidrolipídica suficientemente firme. Una piel bien hidratada es más resistente y envejece más tarde. Para hidratar necesitamos una crema, pero también podemos añadir un sérum hidratante, más que nada en pieles secas y maduras.
Usar antioxidantes
Ayudan a luchar contra los agentes externos ambientales, como la polución, que agreden la piel, y nos pueden provocar envejecimiento prematuro en forma de manchas, arrugas, pérdida de luminosidad, entre otros. Los antioxidantes se deben utilizar por la mañana, sobre la piel limpia, por ejemplo en forma de vitamina C con ácido ferúlico.
Protección solar
Se ha demostrado que el sol es el principal responsable del envejecimiento de la piel. Los rayos del sol provocan manchas y sequedad en la piel, y por lo tanto arrugas. Se recomienda usar protección solar todo el año en el rostro y otras zonas expuestas, como las manos.
Contorno de ojos
Aplicar un producto específico en el contorno de los ojos puede ayudar, ya que es la piel más fina y la que antes envejece, además de que en esta zona son más visibles los signos del cansancio, como las bolsas y ojeras que, con la edad, se multiplican.
Activos transformadores
Por la noche se aconseja usar activos transformadores como ácidos y retinoides, que favorecen la renovación celular. Según el tipo de piel y la necesidad específica podemos elegir entre los AHA, que se pueden usar en noches alternas o seguidas, en la medida que la piel los tolere, BHA, una alternativa a los AHA, ya que tienen una mejor tolerancia porque penetren más lentamente, retinoides, que es el activo más preciado por sus rápidos resultados para combatir las manchas, las marcas o las arrugas o los despigmentantes, para las pieles con manchas visibles.
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