Cómo cuidarla

Mantene la limpieza

Sacate de encima el día anterior antes de lanzarte a un largo vuelo. ¿No tenés tiempo? Usa toallitas de limpieza facial, que te harán el favor antes de que el cinturón de seguridad haga clic. No solo suelen incluir agua tres veces purificada para eliminar suavemente las impurezas, sino que además la piel no quedará con sensación de sequedad en medio del vuelo.

Rehidratar la piel sensible mientras volas

Los aviones y aeropuertos tienen el molesto hábito de deshidratar la piel, ya que las cabinas tienen niveles realmente bajos de humedad, lo que significa que la piel se deshidrata. Tenemos que conseguir una botella de agua extra antes de abordar para estar bien hidratadas, justo antes de despegar.

Después del viaje, podes reponer la hidratación de tu piel con la crema facial humectante. Lo mejor es que tenga una textura suave y que sea de rápida absorción; va a reforzar los niveles de humectación de tu piel y aliviar la piel seca y tirante que puede provocar un vuelo largo.

Refresca al aterrizar

Tu piel no sabe que estás de vacaciones. Nuevas temperaturas, fluctuaciones de humedad, niveles de contaminación e incluso pasar del agua blanda al agua dura puede afectar tu piel. Para refrescarla, probá con toallitas de limpieza, que limpian la piel, dejándole una sensación fresca que tu piel va a amar.

A salvo del sol con un protector solar

Llegaste, ya te instalaste y estás lista para salir. Con lluvia o sol, tené a mano un protector solar para tu piel. Pero recorda que el daño del sol va más allá de la quemadura y dura bastante más que tu bronceado. El truco es evitar el sol entre las 10 y las 15 hs., que es cuando el sol está más fuerte y daña más la piel.

Sin importar tu destino, asegurate de llevar algunos productos esenciales para el cuidado de la piel durante el viaje y proba algunos de estos consejos para mantener tu piel relajada y feliz de estar de vacaciones.