¿Padeces rosácea y quieres tratar con ella? Descubre cómo hacerlo

La rosácea es una enfermedad crónica que afecta a la piel del rostro. Su principal síntoma es el enrojecimiento de la piel de manera intermitente, es decir, las rojeces aparecen de forma espontánea, como si se tratase de una reacción alérgica. También se pueden producir lesiones parecidas a las del acné, ronchas, pústulas.

Hay personas que de manera permanente tienen rojeces, por ejemplo, solo con el contacto de su piel con el agua. En esos casos se recomienda acudir a un dermatólogo para que realice un diagnóstico correcto de la enfermedad y del mejor tratamiento a seguir.

Factores que pueden desencadenar rosácea

La genética juega un papel clave en el desarrollo de la rosácea. Las personas con piel clara son más propensas a padecerla, pero también hay factores ambientales como la exposición al sol sin la protección adecuada, o los cambios de temperatura. Además, la rosácea puede empeorar con la ingesta de alcohol o de ciertos alimentos.

Conviene evitar las comidas picantes, las grasas trans y los ácidos grasos saturados. Por otra parte, el estrés, como en otras enfermedades de la piel, también puede ser un desencadenante. Y, finalmente, hay un parásito llamado ‘demores folliculorum’ que interviene en el desarrollo de esta enfermedad que, desgraciadamente no tiene cura. La rosácea puede aparecer a cualquier edad y afecta tanto a hombres, como a mujeres

Cómo cuidar una piel que sufre rosácea

Se aconseja usar cosméticos apropiados para pieles con rosácea, con efecto calmante y antiinflamatorio, porque, sobre todo, la piel está irritada y muy sensible. Los pasos de la rutina de belleza de una piel con rosácea serían: limpieza, hidratación y protección solar. Es fundamental protegerse del sol siempre, pero más si se sufre una enfermedad como la rosácea.

Por otra parte, las pieles con rosácea deben evitar utilizar exfoliantes con gránulo, químicos o dermoabrasiones, ya que el simple hecho de la fricción ya supone un empeoramiento de la piel.