Evitar el cepillado agresivo
Los especialistas recomiendan evitar el cepillado demasiado rápido y enérgico. Lo ideal es utilizar un cepillo de cerdas suaves en un ángulo de aproximadamente 45 grados con respecto al margen de la encía. Los movimientos han de ser cortos y suaves hacia delante y hacia atrás.
Usar hilo dental y enjuague bucal
Podemos emplear un hilo dental de nylon o monofilamento todos los días para eliminar mejor la placa y los residuos de los dientes. Primero se pasa el hilo por los dientes superiores y luego los inferiores y la posterior de los últimos dientes molares, frotando y deslizando con cuidado entre el diente y la encía. Una vez pasado el hilo dental, podemos utilizar un enjuague bucal para aportar una mayor sensación de frescura y una limpieza total de la boca.
No olvidar el flúor
El flúor permite reemplazar el mineral perdido con el desgaste de los dientes y así mantener la consistencia y el espesor del esmalte. Los dentífricos, colutorios o geles que contienen flúor son las mejores opciones para evitar el desgaste dental y el fortalecimiento de los dientes.
Los azúcares, alimentos ácidos y bebidas carbonatadas
El azúcar y los hidratos de carbono que la saliva transforma en azúcares atacan directamente el esmalte dental. Lo mismo sucede con los alimentos ácidos (cítricos, vinagre, etc.) y las bebidas carbonatadas. Si se toman algunos de estos elementos, hay que limpiarse inmediatamente después los dientes.
Llevar una alimentación saludable
También podemos contrarrestar esta acción comiendo alimentos que protejan el esmalte. Estos alimentos son los que contienen calcio para mantener los dientes fuertes. Aquí estaríamos hablando de la leche o el queso fundamentalmente, pero también de las verduras de hojas verdes, el salmón, el té verde y la zanahoria.
También deberíamos incluir en nuestra dieta alimentos ricos en vitamina C (naranja, limón, pomelo, kiwi, pimiento rojo, brócoli, etc.), alimentos ricos en fósforo (huevos, pescado, nueces, calabacines, etc.) y alimentos ricos en vitamina D (pescado azul, aceite de hígado de pescado, margarina, etc.).
Una hidratación adecuada
Beber abundante agua durante el día es muy necesario para la salud y el fortalecimiento de los dientes. Cuando bebemos agua, se favorece la producción de saliva, un elemento fundamental para limpiar la boca y arrastrar la placa bacteriana que haya podido quedar entre los dientes.
La visita al dentista
La visita al dentista de forma periódica es fundamental para cuidar de nuestra salud dental. Es muy importante someterse a las revisiones indicadas por los especialistas, por lo que habría que visitar al dentista al menos una vez al año como mínimo. Una vez en el dentista, la limpieza bucodental es una de las tareas que debemos realizar en nuestros dientes. Este tipo de limpieza profesional puede acabar con el sarro y la placa bacteriana por completo, algo que no puede hacer el cepillado diario.
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