La Selección venció 2-0 a Polonia y cumplió no solo el objetivo de haber avanzado de ronda, sino también el de ganar su zona y acomodarse en una llave que invita a soñar a lo grande en Qatar.
La actuación de La Scaloneta volvió a ser de alto vuelo casi de principio a fin con puntos muy altos como los de Alexis Mac Allister y Ángel Di María, con la recuperación de la precisión de Rodrigo De Paul y con un ingreso soñado de Julián Álvarez con gol incluido.
Ahora será momento de pensar en Australia, próximo rival de la Albiceleste en octavos de final, ya sin margen de error: si gana, sigue. Si pierde dirá adiós del sueño tan ansiado.
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