Argentina se consagró campeón del mundo tras una definición electrizante desde los doce pasos con un protagonista, una vez más, fundamental para poder dar la vuelta olímpica: Emiliano Martínez.
Dibu fue héroe en la definición por penales para que la Selección lograra el tan ansiado trofeo que venía siendo esquivo desde 1986. “Dijimos que era el destino sufrir. Salgo de un lugar muy humilde, me fui de muy chico a Inglaterra y se lo quiero dedicar a mi mujer y a mis chicos”, resaltó el uno.
Por otra parte, el arquero de la Scaloneta, a pesar de su alegría, se mostró enojado por cómo se estiró el partido hasta el alargue, ya que consideró que la Albiceleste había dominado y merecía ganarlo en el reglamentario. “Dos tiros de mierda (sic) y de vuelta nos empatan el partido”, cerró.
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