Barcelona parece haber ido marcando el principio del fin de una era gloriosa. Con las salidas en los últimos años de Puyol, Xavi e Iniesta, el Blaugrana lenamente se fue apagando y quedó muy lejos de aquel que supo brillar con Pep Guardiola como entrenador.
El final del camino no está muy lejos y la reestructuración está cada vez más a la vista. La increíble derrota frente a Bayern Munich por 8-2 en Champions League desató la ira, la autocrítica de muchos y pensar en el “barajar y dar de nuevo” después de más de una década dorada.
La bronca de Piqué, el silencio pero una fuerte lectura gestual de Messi como bandera, marcan que el Blaugrana busca un fuerte cambio para volver a las bases que lo tuvieron en lo más alto del mundo.
El 8-2 sentenció una temporada para el olvido para Barcelona, que se quedó afuera de cual competencia disputó y su vitrina en este 2020 quedará vacía, un hecho que no ocurría desde 2007/08 con Frank Rijkaard como entrenador, precisamente, el antecesor de Guardiola.
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