Marco Pellegrino fue el primer refuerzo que cerró Boca tras la llegada de Miguel Ángel Russo. Luego de un buen semestre en Huracán, el zaguero se sumó al plantel directamente para el Mundial de Clubes, aunque se perdió los primeros dos partidos por lesión. Debutó ante Auckland City y desde entonces disputó, en buen nivel, todos los minutos del Xeneize. ¿Se ganó definitivamente el puesto?
Su contratación se dio luego de que, aunque no oficializada, la decisión de marginar a Marcos Rojo ya estaba tomada. La idea era sumar una alternativa como segundo marcador central, pero su rendimiento sorprendió para bien y hoy tiene la banca de Miguel para seguir como titular.
Pellegrino se convirtió en el mejor defensor de Boca en lo que va del Torneo Clausura y con sus actuaciones le ganó el puesto a Ayrton Costa, que no juega desde el desgarro sufrido ante Bayern Múnich. Tanto es así que Russo piensa en el ex-Independiente como una variante para el lateral izquierdo, hoy en manos de Lautaro Blanco.
Su presencia física, su eficacia en los duelos (por arriba y por abajo) y su prolijidad para la salida con pelota lo hicieron imprescindible en una línea de cuatro que todavía no encuentra su forma definitiva. Juan Barinaga sigue un escalón por encima de Luis Advíncula y entre Nicolás Figal y Lautaro di Lollo está el primer marcador central. Como número ‘3’, Blanco parecía una fija, pero ahora Costa empieza a ser alternativa.
Es una gran noticia para Boca que la partida de Rojo haya sido cubierta tan bien. La competencia hará elevar el nivel general y le darán alternativas a Russo. Más expeditivo y dinámico, Costa ofrece mayor versatilidad hasta para jugar como central por izquierda en una línea de tres. Hasta ahora, el DT los tuvo disponibles a ambos solo en la visita a Independiente Rivadavia, y la pulseada la ganó Pellegrino. Todo indica que ante Banfield, se mantendrá entre los 11.
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