El banco de suplentes ubicado debajo de los palcos de La Bombonera espera por la llegada de Fernando Gago. Si bien el asiento lo ocupa Mariano Herrón de manera interina, el plan del Consejo de Fútbol es que Pintita arribe lo más rápido posible a la Argentina, aunque todavía resta definir cuándo y cómo se accionará su cláusula de rescisión (1.500.000 dólares)para que pueda salir de Chivas de Guadalajara. Mientras tanto, los hinchas comenzaron a imaginar de qué forma podría encajar su estilo con el plantel actual.
De acuerdo a sus experiencias pasadas en Aldosivi y Racing, el exvolante central demostró que su sistema predilecto, fiel al estilo ofensivo que le gusta imponer en sus equipos, es el 4-3-3, que podría convertirse en un 4-1-4-1 en situaciones defensivas. Además, la tenencia de la pelota resulta un arma letal para su identidad. No suele regalársela al rival y tampoco la resigna en partidos complejos.
La presencia de un “tercer hombre” que cumpla el rol de centrocampista y haga las veces de líbero, sobre todo en la salida propia, es otra de las máximas de Gago. Por ejemplo, cuando estaba en la Academia, Aníbal Moreno se había transformado en amo y señor del mediocampo. Repartía el juego en los primeros metros de la cancha y era el nexo ideal entre la defensa y el ataque. Luego de que lo vendieran a Palmeiras, el elenco de Avellaneda sintió su pérdida.
En este sentido, Ignacio Miramón, de 21 años, podría ser la opción perfecta para desempeñar esa tarea. Primero, porque es de los pocos volantes centrales de raza que tiene hoy el plantel del Xeneize (Tomás Belmonte -que no lo haría mal de interno- y Milton Delgado -juvenil- son las otras alternativas). Y, en segundo lugar, es el que lleva un perfil un poco más elegante sin perder presencia física. Las condiciones están dadas para que se transforme en el cinco del equipo, pero las escasas oportunidades que tuvo -cinco partidos desde su salida de Lille a préstamo- no le permitieron mostrar todo su potencial, ya que el otrora entrenador -Diego Martínez- lo puso a jugar de ocho.
Pero el verdadero problema para Gago, un fundamentalista de su estilo y poco pragmático a la hora de cambiar, será la decisión de dejar en el banco a uno de los dos centrodelanteros boquenses, que hasta ahora han conformado una dupla letal: Miguel Merentiel y Edinson Cavani. A ellos se suma Milton Giménez, que ganó terreno desde su arribo a raíz de una lesión muscular del Matador y sus cinco goles en 14 encuentros. Si mantiene su sistema de juego, no sonaría compatible que los tres, o incluso los dos uruguayos, estuviesen juntos en el campo. El único que podría abrirse un poco más a la banda o jugar de segundo delantero, en un hipotético caso, sería la Bestia.
En sintonía con lo que pregonaba en Racing, donde ganó dos títulos locales, Gago tendrá a disposición dos laterales de estirpe ofensiva si llega a tomar las riendas del corralito de Brandsen 805. Luis Advíncula y Lautaro Blanco se volvieron piezas indispensables en el Xeneize y, salvo que sufran alguna lesión -el peruano padece continuas dolencias en el tendón de Aquiles-, no suelen abandonar el once titular. Les gusta desbordar, arribar hasta la línea del fondo y asistir a los delanteros. Los ideales para imitar a Facundo Mura y Eugenio Mena.
En tanto, en el banco contará con Marcelo Saracchi, el lateral izquierdo uruguayo de similar modo de juego. ¿La mala?Deberá aguantar unos meses para sumar a Lucas Blondel, quien aún se recupera de su rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha.
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