Boca no tendrá la figura de mánager con la que tanto se especuló una vez que Juan Román Riquelme tomó la decisión de disolver el Consejo de Fútbol, es decir, abrirle la puerta de salida a Raúl Cascini y Mauricio Serna. El año bajará el telón con Marcelo Delgado como eje del fútbol y el plan es sumar una cara nueva para que lo acompañe recién en 2026.
La información que trascendió desde el seno de Boca Predio entrado agosto, cuando ya era un hecho que desaparecía el CdF, indicaba que el presidente quería un hombre fuerte (José Pekerman era el de mayor asidero, pero quería dirigir) para reestructurar el área junto al Chelo. Se dispersaron varios nombres, funciones y objetivos, pero a un mes el panorama es otro y lo cierto es que todo seguirá igual.
¿Por qué cambió la postura inicial? El motivo principal parte de la complejidad que implica incorporar a alguien nuevo a un rol tan trascendental en plena competencia. Con el equipo de Miguel Russo compenetrado en levantar cabeza en el Torneo Clausura y clasificarse a la Copa Libertadores del año que viene, internamente entienden que la adaptación iba a ser desprolija y por eso Riquelme puso la mira en 2026.
En otro orden, en Boca hablan de la necesidad de un “proceso” de rearmado después de la desaparición del Consejo de Fútbol, de un tiempo necesario para volver a configurar el esquema y ningún apuro, en gran parte también porque hay conformidad con la actual conducción ‘en soledad’ de Delgado. “Lleva bien el día a día”, afirman en Ezeiza.
La confirmación de que el club finalmente no contratará un secretario técnico surgió, casualmente, en paralelo con la reaparición de Cascini en el Mundo xeneize. El Mosquito estuvo en el empate de la Reserva del martes contra Defensa y Justicia, en Florencio Varela. Se lo vio sentado a un costado del campo de juego, tomando mate junto a Claudio Freire, trabajador del área de prensa de la institución, y Blas Giunta, quien es entrenador en inferiores.
Aunque ya no tiene ningún tipo de injerencia en lo futbolístico, el autor del último penal de la serie ante el Milán por la Intercontinental 2003 quiere acompañar desde donde se pueda, por lo que no sería descabellado volver a verlo en algún otro compromiso.
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