La acefalía del banco de suplentes de Boca no debería durar demasiado tiempo. El interinato de Mariano Herrón, el tercero en los últimos cinco años, pinta ser breve según los planes de la dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme, que ya comenzó las gestiones para contratar al sucesor de Diego Martínez, quien renunció tras la caída por 2-0 ante Belgrano. A falta de conocer el nombre del dueño del cargo, el próximo entrenador del Xeneize, sea el que sea, deberá afrontar una serie de problemas a resolver, pero con un objetivo final claro: clasificarse a la Copa Libertadores 2025.
Para arribar a esa meta, primero necesita ordenar algunos engranajes que han sufrido contratiempos en los últimos meses, empezando por la crisis de referentes que enfrenta el plantel. Sergio Romero, quien solía recibir un millar de aplausos por ser el gran artífice del camino del cuadro de la Ribera hasta la final del máximo certamen continental de 2023, quebró su relación con el hincha cuando fue a pelearse con un sector de socios que lo insultaban luego de la derrota frente a River. A corto plazo, el Consejo de Fútbol decidió sancionarlo con dos partidos de suspensión, pero la idea de fondo es que Leandro Brey, elogiado hasta por el propio Román, comience a ganar terreno para convertirse en el arquero titular del equipo. Además, se conoció que buscarán un golero en el siguiente mercado de pases que compita por un lugar.
Al margen de que hay rendimientos bajos en general, como en los casos del Matador, Cristian Medina (lesionado y afuera contra Argentinos Juniors) y Cristian Lema, la mayoría de los refuerzos no se adaptaron de la forma que esperaban. El único que esquivó reclamos fue Milton Giménez, quien lleva cinco goles en 13 duelos jugados. Llegó como el tercer delantero para competir con los dos uruguayos, pero consiguió ganarles la pulseada en varias oportunidades. Cuando salió desde el banco, tampoco lo hizo mal: le marcó un gol a River sobre la hora, que luego fue anulado por una mano previa.
El Xeneize todavía cuenta con tres vías de clasificación a la Copa Libertadores 2025: ganar la Copa Argentina, salir campeón de la Liga Profesional o terminar en el top-3 de la tabla anual. Lógicamente, la más directa sería la primera alternativa: está a tres partidos de hacerlo. Tiene que batir a Gimnasia y Esgrima La Plata, Vélez y al potencial finalista, que saldrá del vencedor de Huracán – Central Córdoba de Santiago del Estero.
No obstante, el inconveniente se presenta si llega a quedar eliminado del torneo más federal del país, porque debería restarle 12 puntos al Fortín, puntero del campeonato, o arrimarse a las 51 unidades del Millonario, el tercero de la tabla general, donde la diferencia es menor (Boca tiene 46 unidades).
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