“Después del gol me quedé mirando la tribuna y no me quería ir, es algo increíble”, decía en Estudio Fútbol.
“Era pararse ahí y disfrutar. No te dan ganas ni de saludar al rival cuando salís. Hacer un gol abajo de la hinchada es hermoso”, resaltó.
“Estoy agradecido al hincha de Boca porque me demostró cariño desde el primer día. Y eso me da confianza y me hace salir tranquilo a jugar”, agregó.
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