Julio César Falcioni es símbolo de lucha en el fútbol argentino. El técnico argentino dejó atrás un grave problema de salud, se repuso y volvió a las canchas para volver a ser entrenador de Banfield, club al que supo llevarlo a lo más alto por primera vez en su historia en 2009.
El Taladro nunca había salido campeón del fútbol argentino y debía cargar no sólo con eso, sino con que años atrás su acérrimo rival, Lanús, había dado una vuelta olímpica. Pero la vida le dio la gran alegría al club de Peña y Arenales y en 19 partidos abrazó la gloria de la mano del Emperador con 12 triunfos, 5 empates y dos derrotas.
Si bien Falcioni supo dirigir otros equipos importantes como Vélez e Independiente, también tuvo la chance en uno de los gigantes del fútbol sudamericano: Boca Juniors. En el Xeneize logró lo que cualquier DT quisiera obtener: campeón invicto del torneo local con la valla menos vencida, campeón de la Copa Argentina y finalista de la Copa Libertadores.
Sin embargo, los cortocircuitos con Juan Román Riquelme dividieron las aguas y el poder del 10 y capitán del equipo terminaron por el (casi) total abucheo de la parcialidad azul y oro, por lo que el ciclo duró menos de lo esperado a pesar de sus números más que positivos.
Otro de los equipos que dirigió Falcioni fueron América de Cali – club en el que brilló como jugador y en el que ganó cinco títulos entre 1981 y 1989- , Quilmes, All Boys, Colón, Olimpo, Gimnasia, Universidad Católica, entre otros.
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