Se hizo esperar casi un mes, pero finalmente llegó. En su quinto partido en La Liga, Julián Álvarez pudo sacarse la mufa y convertir su primer gol en Atlético de Madrid. Fue la frutilla del postre en la paliza 3-0 sobre Valencia en el Cívitas Metropolitano.
Ya en el tiempo extra, con la historia 2-0 por las conquistas de Conor Gallagher y Antoine Griezmann -y la asistencia de Rodrigo De Paul-, el Colchonero robó una pelota en la mitad de la cancha y salió disparado al ataque por el sector izquierdo del campo de juego.
Allí Koke encontró a Rodrigo Riquelme, quien condujo a toda velocidad varios metros, llegó hasta el fondo de la cancha y envió un centro al medio. Si bien su pase se desvió en el arquero Giorgi Mamardashvili, igualmente llegó a los pies del delantero argentino, que había ingresado un rato antes por Alexander Sorloth.
Sin demasiado tiempo en el área chica, y rodeado por varios rivales del conjunto Che, el ex-River sacó un zurdazo mordido y tuvo su ansiado bautismo en las redes, justo por la asistencia de un Riquelme. De inmediato, fue abrazado por sus compatriotas Ángel Correa y Giuliano Simeone. Un festejo bien albiceleste.
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