El papelón histórico de esta tarde en San Pablo se convirtió en portada de todos los diarios a nivel mundial. Nunca antes un partido de fútbol se había tenido que suspender por intervención de las autoridades sanitarias. Pero la polémica no se queda solamente en lo ocurrido dentro del verde césped, sino que se expande más allá.
Desde Anvisa, ente que se encarga de la seguridad de salud del país brasileño salieron a dar su versión de los hechos. “Los cuatro jugadores argentinos recibieron órdenes de permanecer aislados para ser deportados. Pero no se respetó. Fueron al estadio, entraron al campo, la secuencia es de desobediencia”. Comentó Antonio Barra Torres, director del propio organismo.
Mientras que por el lado de la CBF dieron una versión totalmente distinta. “Anvisa nos informó que los jugadores podrían estar en el partido y luego serían deportados”. Declaró Ednaldo Rodrigues, presidente interino de la CBF. Por ende, hay una de las partes que no está diciendo la verdad, y eso se sabrá con el tiempo, por el momento el perjudicado es el hincha que se privó del partido.
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