El Xeneize se entrena por la tarde y allí el DT hará un parado táctico para probar a Advíncula y Zenón, que llegarían con lo justo para la última fecha de la Copa Sudamericana.

Tras algunas semanas agitadas sobre todo en cuanto a las lesiones, Diego Martínez de a poco empieza a recuperar a varios soldados fundamentales y espera poder diagramar un equipo bastante cercano al ideal en vistas a la última fecha de la fase de grupos de la Copa Sudamericana. Boca recibirá a Nacional de Potosí en La Bombonera este miércoles, con la necesidad de sumar de a tres para seguir soñando con la clasificación directa, y es por eso que esta tarde el plantel se entrenará por última vez para terminar de confirmar el equipo que saltará a la cancha.

Las dudas en el once xeneize, que será el mejor a disposición teniendo en cuenta que si pierde quedará afuera hasta del repechaje y si gana incluso podría terminar primera y pasar directo a octavos, pasan por las situaciones de Luis Advíncula y Kevin Zenón. El lateral llegará con lo justo del desgarro en el aductor y será exigido en la practica matutina, mientras que con el zurdo, que arrastra una molestia en la rodilla, hay optimismo de que podrá jugar sin problemas.

Ayer ambos pudieron entrenarse con normalidad y el cuerpo técnico los esperará para definir su titularidad contra Nacional de Potosí. En caso de que no lleguen, sobre todo Advíncula que es el que está más comprometido con los tiempos de recuperación, jugaría Lautaro Di Lollo como lateral por la derecha, ya que Marcos Rojo regresará al equipo para acompañar a Cristian Lema en la zaga. Por su parte, en lugar del volante podría aparecer nuevamente Vicente Taborda o Jabes Saralegui.

De esta manera, si todo marcha sobre ruedas, habría tres cambios en Boca con respecto al empate con Talleres: Advíncula por Saracchi, Rojo por Di Lollo y Zenón por Taborda. Martínez podría tener a disposición, después de mucho tiempo, a su de once gala.