Boca juega con el agua hasta el cuello. Después de haber quedado en las puertas de la gloria en la Copa Libertadores, ahora busca desesperadamente no ahogarse en su camino hacia la competencia del año próximo. Por eso, la victoria esta tarde ante Newell’s fue vital.
Las cosas no empezaron de la mejor manera par a Boca. Los primeros minutos fueron para el lado de la Lepra, que presionaba y dominaba el juego. Poco a poco el local se fue haciendo fuerte y a creer situaciones pero que no rompían el cero.
En el complemento el ritmo bajó. La intensidad con la que había impuesto el Xeneize su juego, se disipó. La hinchada en las tribunas no paró nunca de empujar y sobre el final iba a conseguir su merecido festejo. Merentiel generó un penal y lo cambió por gol para darle los tres puntos a los dirigidos por Herrón.
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