El accionar de Edwin Cardona generó un fuertísimo malestar en la dirigencia de Boca, que le había puesto a disposición un avión para regresar al país y sumarse a la burbuja del equipo. Sin embargo, el talentoso volante desistió, retornó a Colombia y se viralizó un video en el que estaba de fiesta sin protocolo alguno.
En consecuencia, con Ameal a la cabeza, el club decidió extender la licencia del cafetero para tomarse un tiempo para evaluar qué pasará a futuro: podrían rescindirle el vínculo, que no juegue hasta fin de año, o bien un ‘siga, siga’ hasta el 31 de diciembre, fecha en la que termine su préstamo.
El último escenario podría ser el más viable. El club, si quiere quedarse con el 10, deberá abonarle al Xolos de Tijuana 5 millones de dólares a fin de año. Pero con lo ocurrido, Boca no desembolsaría esa suma y se desprendería de Edwin.
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