No fue una buena noche para Boca en La Bombonera. El empate 1-1 frente a Barracas Central en la fecha 9 de la Liga Profesional dejó sabor a poco y, por si algo faltaba, Luis Advíncula volvió a terminar tocado físicamente y encendió las alarmas.
El lateral derecho entrenó diferenciado durante buena parte de la semana debido a una inflamación en el tendón de Aquiles de la pierna derecha que arrastra desde la Copa América. El técnico Diego Martínez dudaba plantarlo de titular, pero finalmente apostó por él y volvió a tener un buen desempeño sobre su sector.
Ya cerca del cierre, sin embargo, fue a disputar una pelota en el área grande, chocó con un rival del Guapo y quedó sentido en el campo de juego. Una vez de pie, se lo vio rengueando y con visibles gestos de dolor, aunque no fue reemplazado, más allá de que el Xeneize aún tenía disponible un cambio.
Es un hecho que Advíncula fundió motores en Boca. Este lunes tendrá el día libre y recargará energías, al igual que todos sus compañeros. A partir del martes retomará los entrenamientos y se moverá entre algodones en el predio de Ezeiza, bajo la atenta mirada del cuerpo médico azul y oro. Si disminuye el dolor en el tendón de Aquiles, el Rayo podría estar disponible para el encuentro del próximo sábado frente a Independiente Rivadavia en Mendoza, aunque no se descarta que sea preservado, teniendo en cuenta que el miércoles 15 de agosto se disputará la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana contra Cruzeiro y Martínez necesitará a todos sus soldados.
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