Hace instantes te contamos en FPD que el astro argentino le comunicó a la dirigencia Culé su intención de dejar el equipo ¿Suma de muchos factores? ¿Una mesa ejecutiva que desoyó las recomendaciones del 10 como parte de un plan sistemático?

Messi se va de Barcelona. Eso es seguro. Te lo contamos, antes que nadie. La situación se tornó insostenible. Y aquél 8-2 del 14 de agosto frente al que terminaría siendo el campeon de la UCL, Bayern, funcionó como el brazo ejecutor encargado de dar vuelta el reloj de arena para arrancar la cuenta regresiva de la despedida. Despedida -o aviso de la misma- que termina sacudiendo a los medios de todo el mundo hoy.

Los avisos de Lionel Andrés Messi, tras perder la Liga a manos del Real Madrid, parecen no haber sido tomadas con la seriedad que merecían por una dirigencia, que hace bastante viene teniendo cortocircuitos con el 10 rosarino. Lo había dicho Messi: se necesitaba un equipo más competitivo para pelear, más fuerza y mejores planteos. Se perdió la Liga, se salió humillado de la Champions… Los primeros expulsados del microclima Culé fueron Abidal y Setien. Siguió la contratación de Koeman, tal vez un poco alejado del espiritu de equipo y la lista de prescindibles….

Pero como si esto se tratase de una partida de ajedrez, la dirigencia y el nuevo DT-que publicamente había dicho querer al 10- estudiaron, al parecer, hasta el cansancio las jugadas sucesivas. Y la siguiente fue certera, sin dudas. Llamar a Luis Suárez, tercer goleador histórico del Club, con seis años de permanencia con la 9 y, además, íntimo amigo de Messi, y comunicarle en menos de 60 segudos, sin explicación mediante que no iba a ser tenido en cuenta fue suficiente. Fue la gota que rebalsó el vaso.

Y tal vez, se emparenta con los que en los pasillos del fútbol se recuerda como la “Lógica Don Julio”… Corría 2010, la selección argentina venía de sufrir una goleada histórica frente a Alemania en Cuartos de Final del Mundial de Sudafrica pero aún así, Diego Maradona, entrenador del combinado nacional, seguía contando con aprobación popular para continuar en el cargo. En aquel momento, desde AFA le ofrecieron continuar en el cargo pero tocando el círculo íntimo del Cuerpo Técnico, sabiendo a ciencia cierta que el astro no iba a aceptar semejante metida de mano en el bolsillo . Una jugada estratégica para no cargar con el peso, delante de la sociedad, de cargarse al máximo referente, al D10S de la albiceleste. Aquello fue historia. Tuvo su reacción de parte del Astro, que decidió dar un paso al costado.

Diez años más tarde y a miles de kilómetros de distancia, en Barcelona a Messi parecen hacerle la misma jugada, vaya paradoja. En el mismo sentido en el que a Diego le quitaron a su colaborador más cercano, esperando una reacción y posible paso al costado; al 10 de Barcelona le tocan a su compadre dentro y fuera de la cancha, esperando su reacción. En Barcelona pensar, en este momento a Messi sin Suárez, por su relación fraternal, es como esperar un sketch humorístico de Laurel sin Hardy….

Messi le comunicó a la dirigencia su decisión. Algo que se veía venir y sobre ellos se escribieron mares de palabras. Es el Fin de una Era, la Era de Messi en Barcelona. Lio no será el Bochini catalán… Y el mundo lo vive con sorpresa.

Como lo decía aquella vieja canción de los Redondos…. “Las despedidas son esos dolores dulces….”

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