El mallorquín jugó en un nivel superlativo para vencer al serbio en cuatro sets y meterse así entre los mejores cuatro del Grand Slam parisino.

Para cualquier humano, lo sucedido en el Philippe Chartier, la cancha principal de Roland Garros, fue el duelo más trascendente del siglo. Y sin dudas que lo fue, ya que se midieron dos de los tres mejores jugadores de todos los tiempos, en un nivel casi imposible de alcanzar por el resto de los mortales. Y en ese duelo, quien salió victorioso fue el español Rafael Nadal, quien en cuatro sets derrotó a Nova Djokovic para quedarse con el enfrentamiento y el pase a las semifinales del torneo.

Nadal doblegó al serbio por 6-2, 4-6, 6-2 y 7-6 (4), en un encuentro que tuvo todos los matices existentes en el tenis de elite. Grandes derechas, excelentes revés, saques fulminantes, puntos interminables, una intensidad difícil de repetir y una entrega física de otro planeta fueron los condimentos que llenaron el match entre el serbio y el de Manacor, que depositó a Rafa en las semifinales una vez más.

Tras más de cuatro horas de enfrentamiento, el español finalmente cerró la historia a su favor y, de esta manera, se metió entre los mejores cuatro de la competencia francesa, que ya ha conquistado en trece oportunidades hasta el día de hoy. Su rival en esa instancia será el alemán Alexander Zverev, quien sorprendió a propios y a extraños al vencer en cuatro parciales a la sensación del 2022, el español Carlos Alcaraz.

Nadal está de vuelta en los primeros planos. A pesar de sus desgastes físicos, y sus horas en cancha, el mallorquín sigue dando cátedra de cómo se juegan los partidos importantes, y esta vez quien lo sufrió fue el número uno del mundo, el serbio Nole Djokovic, quien se volverá a su hogar con la amargura de saber que más allá de haber dado todo, la Bestia de Manacor lo pasó por encima en todos los aspectos.