En Roma, el zurdo de Azul derrotó al verdugo de Schwartzman, Auger-Aliassime, y se instaló entre los ocho mejores de un Masters 1000 por primera vez.

Sólido. Contundente. Delirante de a ratos. Todas cuestiones que le caben a Federico Delbonis para analizar su paso por Roma, en el Masters 1000 donde, por primera vez, alcanzó los cuartos de final en un evento de esta índole. En los octavos derrotó al canadiense Felix Auger-Aliassime y así, Delbo, hizo historia.

El zurdo nacido en Azul derrotó el pasado jueves al canadiense, ex número uno en Juniors, por 7-6 (4) y 6-1, ara así colocarse entre los mejores ocho de Roma, el Masters 1000 del Foro Itálico, uno de los más tradicionales en el Tour. Con la victoria, el argentino no solo se aseguró su presencia en los cuartos de final sino que también vengó la derrota de uno de sus compatriotas, Diego Schwatzman, quien había caído con el canadiense en la ronda anterior.

Con un andar increíble, surgido desde Qualy, y con una voracidad extrema en cada tiro ejecutado, Delbonis se dignó a hacer historia en la capital italiana y vivir así, quizás, una de las mejores, sino la mejor, semana en toda su carrera deportiva.