Schwartzman no está jugando su mejor tenis en los eventos de polvo de ladrillo en el Viejo Continente. Las duras derrotas se vienen dando de manera consecutiva.

Diego Schwartman no está transitando el mejor de los presentes en el polvo de ladrillo europeo. Y es que el Peque, candidato siempre en los eventos de canchas lentas no haya el rumbo en el Viejo Continente, ya que en los tres Masters 1000 cayó sin poder siquiera ganar un solo encuentro, lo que, sin dudas, es una alarma para uno de los jugadores Top en el mundo de la arcilla.

Schwartzman no pudo en ninguno de sus tres debuts en los Masters 1000 de polvo de ladrillo, pero la derrota de esta semana, en Roma, fue, sin dudas, la más dura de todas. El Peque cayó en Montecarlo ante Casper Ruud, en Madrid ante Aslan Karatsev y en la capital italiana ante el canadiense Felix Auger Aliassime.

Salvo la caída ante el ruso Karatsev, donde estuvo muy cerca de llevarse el duelo y de meterse en los octavos de final, el argentino pareció no sentirse nunca cómodo en la cancha y eso se transmitió rápidamente a su juego, que generó ciertas dudas en momentos claves y no pudo ser exhibido de la forma que el jugador lo viene demostrando año tras año, y, sobre todo, durante la temporada 2020, donde alcanzó su mejor ranking, con la posición numero ocho del ranking mundial.

Quizás la caída menos pensada, ante el español Pablo Carreño Busta en los cuartos de final de Barcelona, cuando dispuso de una ventaja de 5-2 en el tercer parcial, lo haya hecho encontrarse con fantasmas mentales que no venía transitando desde hace varias temporadas y las dudas probablemnete hayan vuelto.

Pero también es cierto que el Peque siempre sorprende y ya anunció que será parte de Niza, en Francia, previo a Roland Garros, con el fin de llegar de la mejor manera a París, donde defiende las semifinales cosechadas durante la pasada temporada, en lo que fue su mejor resultado en un evento de Grand Slam.