El Grand Slam francés, que será el último del año en este marco contextual, se jugará con espectadores en sus tribunas y las entradas estarán disponibles en las próximas semanas.

El tenis mundial se teñirá de naranja en la última semana de septiembre y la primera de octubre, en el marco histórico de un evento de Roland Garros a fin del año calendario, a comienzos del otoño europeo. Y en concordancia con este asunto, el evento francés confirmó que el mismo irá con público en sus tribunas y que las entradas saldrán a la venta en las próximas semanas.

El marco contextual de la pandemia y la no evolución de las vacunas, por el momento, deja una incertidumbre sobre que pasará con los espectáculos deportivos y no deportivos. No obstante, Roalnd Garros apostará a sus protocolos sanitarios y se jugará por sus convicciones, de que la competencia se dará con público en las tribunas, hecho que llevó ya a publicar que en las próximas semanas se pondrán a la venta las entradas para el torneo, que será entre septiembre y octubre.

Más allá de que esta medida parece lógica en un país donde casi desde el principio los protocolos para que funcione la “normalidad” han ido incrementándose, no deja de ser novedosa la idea de contar con público en las tribunas, sobre todo, luego de lo que sucedió hace algunas semanas en el Adria Tour, el evento de los Balcanes, donde se produjo un foco de infección del virus y culminó con diez tenistas contagiados, entre los que resaltó la figura de Novak Djokovic, número uno del mundo.