El suizo levantó siete match points en contra para imponerse al estadounidense Sandgren en cinco sets y ser semifinalista del Abierto de Australia.

Roger Federer es el hombre de los milagros. Y hasta él mismo dice creer en los mismos. Y luego del duelo de este martes ante el estadounidense Tennys Sandgren no cabe la menor duda de que lo que dice el Gran Roger es real, porque el suizo se impuso a su rival en cinco sets, luego de levantar cinco match points en el cuarto parcial, para así clasificarse a las semifinales del primer Major de la temporada.

El camino de Roger en Melbourne es increíble. Ya en la tercera vuelta ante John Millman estuvo contra las cuerdas y esta vez, en los cuartos de final, ante Sandgren, tuvo que batallar duro para quebrantar al estadounidense, que jugó un partido casi perfecto, y ese casi es porque no terminó siendo el ganador del mismo.

El marcador quedó del lado del suizo, que finalmente venció por 6-3, 2-6, 2-6, 7-6 (8) y 6-3, en casi cuatro horas de juego y luego de levantar siete puntos para partido con los que contabilizó Sandgren para cerrar el match, pero que el suizo muy bien remontó para así ser uno de los mejores cuatro del cuadro principal del torneo, en el que defendía los octavos de final de la última edición y en donde ya se proclamó campeón en seis oportunidades.

Ahora, por un lugar en la final, el ex número del mundo irá por otro milagro y se medirá ante el número dos del mundo, el serbio Novak Djokovic, quien se impuso en sets corridos al canadiense Milos Raonic.