Schwartzman derrotó con un abultado marcador al francés Monfils y se metió en la definición del ATP 500 de Viena, que jugará este domingo ante su amigo personal Thiem.

Diego Schwartzman metió un terrible batacazo, por formas y por calidad de rival, en el fin de semana del ATP 500 de Viena, en las semifinales. Y es que el Peque derrotó por 6-3 y 6-2 a la Pantera Gael Monfils y se metió en su primera final de un certamen de este nivel sobre canchas duras, y mañana definirá el título ante el austriaco Dominic Thiem, su amigo personal.

Schwartzman venía de ganarle en muy buena forma al ruso Karen Khachanov en los cuartos de final y en semifinales continuó con su buen andar y barrió en sets corridos al francés Monfils, quien siempre lo complicó en canchas rápidas y luego de apabullarlo en dos sets se metió en la definición del domingo, la cuál jugará ante el local Thiem, primer preclasificado del certamen.

Justamente, ante Thiem, tiene un historial bastante parejo y una amistad que los une fuera de la cancha, por lo que será un partido especial para el Peque, quien, además, jugará su primera final de un evento ATP 500 sobre canchas duras. Será el séptimo duelo entre ambos, con un historial favorable para el austriaco por 4-2, hasta el momento, aunque en el último antecedente en canchas rápidas, el éxito quedó del lado del Peque.