Schwartzman venció a Sandgren este sábado en la tercera vuelta y se metió en la segunda semana de competencia en el último Grand Slam de la temporada. Es la segunda ocasión en que el argentino alcanza la instancia de octavos de final en Estados Unidos.

Diego Schwartzman está con una fe increíble y un juego bárbaro desde el fondo de la cancha. Y eso le hace sentir a sus rivales cada vez que pisa el cemento azul de Nueva York, en Flushing Meadows, en el marco del US Open de este año. Y su víctima de este sábado, en la tercera vuelta fue el local Tennys Sandgren, a quien el Peque derrotó por 6-4, 6-1 y 6-3 y así se metió en la segunda semana de competencia del último Grand Slam de la temporada por segunda vez en su carrera.

Quebrar la barrera y meterse entre los mejores dieciséis jugadores en un Major no es cosa sencilla en el tenis. Menos si la superficie en la que lo logras no es la natural de tu juego. Sin embargo, la superación constante y las ganas de ser cada vez mejor por parte del Peque Schwartzman dieron lugar a que Diego avance por segunda vez en su carrera a los octavos de final del Abierto de los Estados Unidos luego de derrotar en tres sets corridos y cómodos al estadounidense Sandgren.

De esta forma, el argentino jugará este lunes su chance de igualar su mejor producción en Nueva York, donde alcanzó los cuartos de final en el 2017, año en el que venció, entre otros, a Marin Cilic, cinco del mundo de aquel entonces. Su rival en instancia de dieciséis mejores será el alemán Top 10, Alexander Zverev, quien venció en cuatro parciales al eslovaco Aljaz Bedene para conseguir el pase a esta instancia. Será el tercer duelo entre ambos, teniendo un historial igualado hasta el momento, con una victoria por lado.