Su Majestad suiza se presentó en Halle, donde defiende la final y le ganó en el debut al australiano Millman en sets corridos. El ex número uno del mundo busca su décimo certamen en la ciudad alemana.

Roger Federer es sin dudas el rey del pasto desde hace más de quince temporadas. Así como Rafael Nadal domina los courts sobre polvo de ladrillo hace años, lo mismo sucede con el suizo en el césped y cunado llega la temporada a estas canchas, Roger se florea por los verdes campos como un pez en el agua. Este martes, en la primera vuelta de Halle, la víctima de su Majestad suiza fue el australiano John Millman, a quien derrotó por 7-6 (1) y 6-3 para meterse en la segunda ronda.

Federer, quien viene de alcanzar las semifinales en Roland Garros, instancia en la que cayó ante Nadal en sets corridos, intenta en el césped de Alemania conseguir su décimo título y llegar de la mejor manera a Wimbledon, la gran cita sobre el césped a esta altura del año y en la historia del deporte blanco.

El primer paso ante Millman fue más que positivo, ya que se vio a un Roger completamente activo desde sus movimientos y con una confianza plena en los momentos que le tocó sobrepasar malos instantes.

Ahora, el suizo, primer preclasificado en el evento, se medirá ante un viejo conocido, el francés Jo-Wilfred Tsonga, en la segunda instancia, por un lugar en los cuartos de final.  El historial entre ambos corresponde a Federer por 11-6, con un último cruce que data del 2016, cuando en los cuartos de final de Montecarlo, la victoria se la quedó Tsonga en tres parciales.