La tenista argentina, quien consiguió tres medallas panamericanas en los juegos de Guadalajara 2011 y Toronto 2015 puso fin a su carrera profesional a través de un comunicado posteado en sus redes sociales.

María Irigoyen llegó a su fin como tenista profesional esta semana. La argentina posteó en sus redes sociales una carta de despedida mediante la cuál comunicaba su decisión de finalizar su carrera, en la cuál consiguió, entre otros grandes logros, dos medallas doradas y una de bronce en los Juegos Panamericanos del 2011 y el 2015.

La dúctil zurda, quien además cosechó dos certámenes profesionales en la WTA en la modalidad de dobles, ambos en Río de Janeiro, en 2014 y 2016, puso punto final a una trayectoria en donde, además de los títulos y las medallas cosechadas, cuenta con el récord de ser la argentina con mayor participación en la Copa Fed.

Destacándose siempre en la modalidad de parejas, la zurda de Tandil realzaba su nivel cuando representaba la celeste y blanca, tal omo sucedió en Guadalajarta 2011, donde consiguió el oro junto con Florencia Molinero, y en Toronto 2015, lugar del que se trajo dos medallas: la de oro en dobles mixtos con Guido Andreozzi y la de bronce en la el certamen por parejas femeninas, junto a Paula Ormaechea.

El comunicado oficial de Irigoyen para decir basta y colgar la raqueta para siempre: “Hola a todos! Como se han dado cuenta hace un tiempo que no estoy compitiendo, así que quería compartirles que tomé la decisión de ponerle fin a esta carrera que me ha enseñado y hecho tan feliz durante prácticamente toda mi vida.
Agradezco de todo corazón a cada una de las personas que recorrieron este largo camino junto a mí, no hace falta nombrarlos ya que esta tatuados por y para siempre en mi corazón pero sepan que sin ustedes todo lo que logre no hubiera sido posible.
Muchas gracias a este deporte por enseñarme a buscar ser mi mejor versión de cada día, por no permitirme renunciar jamas a mis sueños y por regalarme tantos momentos y recuerdos tremendos que jamás olvidaré. Me siento una afortunada de todo lo que he vivido y estoy muy feliz y agradecida a la vida.
Ahora me toca enfocarme en otras cosas, pero mi amor por el tenis va a perdurar a lo largo de toda mi vida ya que el deporte es lo más lindo que puede existir para la formación de cualquier persona.
​Nos seguimos viendo! Los quiero, Mery”.

De esta forma, quien supo ser cuarenta y siete del mundo en el ranking de dobles femenino, le dice adiós al tenis para pasar a una nueva etapa en su vida.