Schwartzman salió al cruce luego de su derrota en la segunda ronda de Miami ante Opelka y en sus declaraciones fue tajante con su rival y con el juez de silla del partido. ¡Mirá las declaraciones del Peque!

Una derrota en el circuito puede producir muchos estados en un tenista y para Diego Schwartzman esos estados no fueron justamente los más tranquilos. El Peque, en diálogo con el medio La Nación, salió al cruce luego de su caída ante el estadounidense Reilly Opelka y criticó el juego de su rival, además del nivel exhibido por el juez de silla que dirigió el partido, con el cuál también tuvo encontronazos en Acapulco hace algunas semanas.

Molesto por la caída y por el nivel demostrado en el Miami Open, Schwartzman fue al filo cuando terminó el encuentro. El bonaerense de veintiséis años declaró: “Esto que juega él no es tenis. Aunque yo no jugué bien, no tengo nada para reprocharme. Cuando te tocan rivales así, que hacen cualquier cosa en la cancha sabiendo que después tienen un nuevo punto con un saque de 240 km/h y solucionan eso, es muy difícil jugar”, en referencia al estilo de juego de su rival Opelka, quien depende pura y exclusivamente de su servicio para ir llevando los hilos del encuentro.

No obstante, el Peque no solo le disparó munición a su rival y al tenis que jugó, sino también al umpire del encuentro, con quien ya había tenido sus cruces en Acapulco hace un par de semanas atrás y, definitivamente, lo aniquiló sin ningún pelo en la lengua: “Lo del parate sinceramente no lo entendí. Demoramos casi diez minutos en un momento complicado del partido, con el saque de mi rival 3-2 y 15-30, porque a él le molestaba el reflejo de un espejo de la cancha central. Por su altura, lo incomodaba en la vista, pero la cancha central está a 300 metros de donde estábamos jugando. Me molestó mucho, debe ser una regla nueva que cuando a un jugador le molesta algo hay que parar. Fui y le dije al árbitro que si en el game siguiente me molestaba el viento le iba a pedir de parar también”, reaccionó Schwartzman, quien más allá de la derrota, reconoció haber jugado el peor partido del año en estos casi cuatro meses de competencia.

El Peque ahora buscará, en la gira de polvo de ladrillo por Europa, reencontrarse con el mejor nivel que puede exhibir y alcanzar los mejores resultados del año para conseguir llegar a la cita más grande de todas de la superficie en Roland Garros de la mejor forma posible.