La japonesa vencedora en el primer Grand Slam de la temporada se posicionó como la mejor de todas por primera vez en su corta carrera de veintiún años de edad. Desde Más Tenis hacemos un repaso de su interesante historia hacia la cima.

Los deportes son entretenimientos y pasiones. El público disfruta de los profesionales y ellos de la pasión por practicar los mismos. Sin embargo, no siempre la pasión es la misma y es continua, sino que son momentos de gloria, donde lo bueno se vuelve excelente y se consigue el estado más puro de éxtasis deportivo. Quizás, gran parte de esto está sucediendo por estos días en el tenis femenino con la irrupción sin límites de Naomi Osaka.

La japonesa, quien hasta hace un año era considerada un buen futuro de tenista pero lejos de ser la dominadora absoluta del circuito WTA, parece haber roto ese calificativo de promesa para convertirse en una realidad imposible de negar. Y la solidez que demostró en Australia para llevarse a casa su segundo Grand Slam es, sin dudas, una prueba perfecta de ello.

Al repasar la historia de la oriental en su historial tenístico, se hallan datos interesantes. Uno de los ejemplos más claros de esto es que en su palmarés, la joven nipona acumula tan solo tres títulos, producto del Abierto de Australia y el Abierto de los Estados Unidos del año pasado y también de un torneo de gran estirpe como es Indian Wells. ¡Sí! Tan solo tres torneos conquistados en toda su carrera y los tres del calibre de Grand Slam y un Premier Mandatory, considerado bajo ese nombre en la rama femenino pero equivalente a los Masters 1000 de caballeros.

Al analizar esta estadística y el número de su ranking de un año al otro, se puede confirmar que Osaka pasó de ser una tenista “del montón” a ser la mejor del mundo en menos de un año y que para alcanzar esta cima sin ningún tipo de grieta, logró lo que debía hacer: ganarle a las mejores en los mejores torneos.

La historia de la japonesa, de aquí en más, es una incógnita, pero nadie puede negar que, hoy por hoy, Osaka es la mejor tenista del planeta y que su curriculum más inmediato da prueba de ello con creces. Seguramente, los próximos éxitos en su vida no tardarán en llegar.