Un situación insólita se presentó en el Abierto de Australia en este sábado: un hombre de la seguridad privada le prohibió el acceso a la sala de jugadores a uno de los mejores tenistas del mundo. “Señor, no puede pasar…”

Las medidas de seguridad en los eventos de gran calibre son de un grado enorme de responsabilidad y compromiso. Las autoridades de los certamenes cuidan a los jugadores, a los entrenadores, a los preparadores físicos y mismo a gente de prensa como en ningún otro ámbito. De hecho, para poder acceder a determinados lugares, si la persona que desea ingresar en ese sector no está habilitada por una credencial que debe llevar siempre consigo, el acceso le es denegado.

Esta situación ocurre a menudo en los Grand Slams, eventos de gran calibre para todo los fanáticos del tenis y del deporte en general. Y esta vez, quien sufrió el freno por parte de un hombre de seguridad en el Abierto de Australia fue el mismísimo Roger Federer. ¡Sí, Roger!

El ex número uno del mundo se alistaba para pasar a la sala de jugadores, pero se adelantó unos metros de su equipo de trabajo. Justamente ellos eran quien poseían su credencial, por lo tanto, una vez que quiso acceder en el punto de control, el seguridad lo frenó y no le permitió el ingreso. Metros atrás venían Ivan Ljubicic y su preparador físico, quienes poseían la identificación del suizo, razón por la cuál, recién allí, le permitieron el acceso a la sala de jugadores.

Seguramente el trabajador de seguridad sea reconocido por sus superiores por realizar un buen trabajo, pero también sea recordado como el hombre que le negó el acceso a Federer a la sala de jugadores. “Señor, usted no puede pasar…” quedará por siempre en la historia del suizo y del trabajador del primer Grand Slam de la temporada.

El video de la situación resulta cómico para todos: