Demoledor, brillante, sólido. Esos son algunos de los adjetivos que le caben a Diego Schwartzman para describirlo en su debut en el Abierto de Australia, donde venció a Rudolf Molleker por 6-1, 6-3, 4-6 y 6-0 en una hora y cuarenta y siete minutos de juego para sacar pasaje directo a la segunda instancia del certamen oceánico.
El Peque, dieciocho del mundo y quien el año pasado alcanzó los octavos de final en este mismo certamen, no tuvo inconvenientes para hacerse con los dos primeros parciales de forma categórica. Sin embargo, en el tercero, Molleker, alemán proveniente de la Qualy, lo sorprendió con tiros más regulares que comenzaron a complicar el asunto del bonaerense, situación que culminó con un quiebre por parte del joven alemán en el décimo juego del parcial para llevárselo y estirar la definición del encuentro.
No obstante, fue aquí donde el ganador plantó bandera, se aferró a su máxima expresión, marcó la autoridad de un Top de nivel mundial y selló el cuarto y definitivo set con un contundente y demoledor 6-0, sin darle ni una sola chance a su oponente.
En la próxima instancia, Schwartzman enfrentará al estadounidense Denis Kudla, número sesenta y dos del planeta, quien accedió al choque ante el Peque tras derrotar en cinco sets a uno de los Wild Card locales, el joven Marc Polmans. Será el primer enfrentamiento entre el argentino y el estadounidense.
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