La estadounidense decidió bajarse del Abierto de China, el último torneo que tenía previsto jugar.

Tras la polémica derrota en la final del US Open, la estadounidense Serena Williams decidió no jugar más en lo que resta del 2018.

Una temporada irregular, en la que volvió luego de haber sido madre y tuvo la final en los torneos de Wimbledon y US Open como puntos más altos.

Serena, que acumula un récord de 18 victorias y tan solo seis derrotas en el año, se dio de baja del Premier Mandatory China Open que se disputa en Beijing del 29 de septiembre al 7 de octubre, el último certamen en el que se había inscrito.