El argentino aniquiló a Müller en sets corridos y se metió entre los mejores treinta y dos del primer Grand Slam de la temporada.

La paliza en el mundo ATP también existe, y aunque el profesionalismo es excesivo, lo de Diego Schwartzman el miércoles ante Alexandre Müller fue un verdadero show de talento, en donde el argentino hizo parecer al francés un total amateur de a ratos.

El Peque, nueve del mundo y octavo preclasificado del certamen, se impuso al galo en sets corridos, con parciales de 6-2, 6-0 y 6-3, en menos de dos horas de juego, para así acceder a la tercera vuelta y demostrar que fue a Australia para hacer cosas grandes en el Melbourne Park.

Con porcentajes increíbles, el argentino cerró un match difícil desde la previa, pero que sentenció rápidamente. Ahora, en la tercera ronda, se medirá ante el ruso Aslan Karatsev, quien proviene de la Qualy y acumula, hasta ahora, dos grandes triunfos en el Main Draw, donde aún no perdió siquiera un set.