Federer regresó al polvo de ladrillo tras más de dos temporadas sin registro alguno en encuentros oficiales sobre esta superficie y venció en su debut de Madrid al francés Gasquet en sets corridos.

La expectativa que rodeaba a este encuentro que se disputó en el cuarto turno de la cancha central de la Caja Mágica, en el Masters 1000 de Madrid, durante este martes, era, sin dudas, enorme. Y Roger Federer no defraudó a las ansias de sus aficionados y a la de los amantes del tenis, ya que coronó un éxito triunfal sobre canchas lentas, tras más de dos años y medio sin disputar un solo partido oficial sobre esta superficie.

El suizo, quien retornó a Madrid tras tres años, venció a Richard Gasquet por 6-2 y 6-3 en casi cincuenta y tres minutos de juego para adueñarse del duelo correspondiente a la segunda ronda del certamen, debut para él, y clasificarse a los octavos de final, donde espera por el triunfador del duelo que enfrentará mañana al francés Gael Monfils con el húngaro Marton Fucsovics.

Sin embargo, más allá de los datos estadísticos y lógicos del triunfo de Federer sobre el francés Gasquet, la noticia realmente importante es su vuelta a una superficie durante las últimas dos temporadas no jugó siquiera un solo partido. El nivel exhibido por el suizo no desentonó de la expectativa generada en torno a ello y, con el correr de los partidos, seguramente se lo considerará como uno de los serios candidatos en la superficie para los torneos que restan del año sobre canchas lentas.