Tras su derrota ante Tsitsipas en los octavos de final de Australia, Federer confirmó en rueda de prensa que jugará algunos certámenes de la temporada europea de arcilla, entre ellos, Roland Garros.

Los últimos años las canchas anaranjadas lo extrañaron. Sus calendarios armados en base al menor desgaste físico posible y a poder jugar con mayor soltura y despliegue en las canchas rápidas hicieron que Roger Federer se alejara de las canchas lentas en la temporada europea, que comienza a principios de abril y finaliza en junio con Roland Garros. Sin embargo, la noticia para los amantes del tenis por estos días es la vuelta de su Majestad al polvo de ladrillo, hecho que confirmó en rueda de prensa tras su derrota en Australia ante Stefanos Tsitsipas.

El hecho de que Federer vuelva a las canchas lentas es algo que revolucionará los meses de abril, mayo y junio en la temporada tenística, ya que en las últimas dos temporadas el suizo se ausentó de ellas, dejando vacío su lugar, entre otros eventos, en Roland Garros, el Grand Slam que se disputa sobre arcilla y que este año lo ocupará y deleitará a los amantes del deporte blanco en París con sus exquisitas e inigualables pinceladas salidas de su raqueta.

Tal como él mismo se encargó de anunciar, este año está decidido a jugar al tenis para divertirse dentro de la cancha, y uno de los motivos por los cuáles se da esta vuelta al polvo de ladrillo seguramente sea ese, al mismo tiempo que surge el interrogante de si esta gira europea sobre canchas lentas no es una especie de adiós hacia el público allí presente, que tanto lo admiró durante tantos años y certámenes que se sucedieron con el suizo como figura estelar.

Repasá 20 de los mejores puntos de Federer en sus participaciones en Roland Garros: