Estos juguetes se han vuelto muy populares, y no es extraño, ya que prometen orgasmos rápidos e intensos, un entretenimiento único en la cama, y una ayuda única para descubrir tu cuerpo. Afortunadamente, el placer sexual femenino ha vuelto a ser el centro de interés mediático y académico, para demostrar su complejidad, su diferencia de un cuerpo a otro, y todas las cosas que aún quedan por desvelar.
El clítoris no es un sólo “grano mágico” que se estimula para llegar al orgasmo. Es un órgano complejo y muy sensible, con miles de terminaciones nerviosas, y raíces muy profundas en la vagina y alrededor. Se estimula de formas muy diferentes de un cuerpo a otro, y cada mujer tiene sensaciones de placer únicas y propias.
Por eso, con la democratización creciente de los estimuladores de clítoris, se ha demostrado las diferentes formas de estimularlo para llegar al orgasmo. Y que las mujeres no necesitan penetración para tener placer, que pueden satisfacerse a sí mismas.
Lejos de ser utilizable únicamente sola, el estimulador de clítoris es perfecto también para usar en pareja. Puede ayudarles a descubrir lo que les gusta y enseñar a la pareja sus preferencias, ayudar a lubricar antes de una relación sexual de penetración, darle más sabor a los juegos preliminares, entre otras.
En una relación lésbica, el estimulador de clítoris está perfecto para divertirse juntas, y descubrir sus preferencias sexuales al mismo tiempo.
No es un solo juguete, es toda una familia que tiene formas y funcionalidades muy variadas. Por ejemplo, puedes llegar a orgasmos placenteros con un succionador, ofrecerte masajes con una varita o un masajeador, o estimular tu clítoris y punto G al mismo tiempo con un conejito rampante.
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