La salida de Di Maria en el partido de ayer por un robo y secuestro en su casa, dejó al descubierto el accionar delictivo que se viene repitiendo en Europa.

En la tarde de ayer, las noticias que llegaban desde Europa no eran buenas para Di Maria. El entrenador Pochettino, había tomado la decisión de sacarlo del campo de juego ya que el manager del club le había informado de un robo y un supuesto secuestro en su casa, que luego fue desmentido por el reporte de la policía. 

Pero este hecho, da nuevamente visibilidad a una seguidilla de hechos delictivos que se viene dando en Europa, que tiene como foco a jugadores de fútbol y que preocupa a las autoridades policiales. 

Sucede, que los futbolistas y sobre todos aquellos que han llegado a las grandes ligas, tienen un buen pasar económico, con grandes casas y autos de lujos. A esto, agregarle que suelen pasar gran parte del tiempo fuera de sus casa por el propio trabajo. 

Esta combinación de acontecimientos, los transformó en un blanco fácil para los delincuentes que pueden saber muy fácilmente en que horarios y días los jugadores no estarán en sus domicilios, por los encuentros que deben disputar. 

Esta, es una modalidad que ya han sufrido varios futbolistas y no solo Di Maria. De hecho, los delincuentes también ingresaron a la casa del brasileño Marquinhos y también se encontraron con familiares del jugadores. 

De manera similar, pero en enero, Mauro Icardi también sufrió un robo en su casa cuando el jugador se encontraba viajando a Lorient para jugar por el torneo local. La preocupación de las autoridades locales sigue creciendo y evalúan que medidas tomar.

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