No hay con qué darle. El Bayern Munich es una máquina imparable. El equipo de Flick ahora se consagró campeón de la Supercopa de Europa tras haberle ganado la final al Sevilla por 2-1 en Budapest en un encuentro que llegó hasta el tiempo suplementario y que tuvo suspenso hasta el minuto 120.
La historia comenzó esquiva para los bávaros, que por un penal de Alaba comenzaron abajo en el score tras el tanto del argentino Lucas Ocampos.
Sin embargo, los alemanes nunca claudicaron y a fuerza de tenencia de pelota y presión en el área rival logró la paridad en los pies de Goretzka.
A pesar de que le costó quedarse con la victoria, el Bayern logró quedarse con el trofeo continental en tiempo suplementario con un cabezazo agónico de Javi Martínez, quien parece tener las horas contadas en el club y el gol que significó el título tuvo un sabor a despedida.
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