Era la mejor camada de la historia del fútbol español. Vicente del Bosque lo sabía y los propios jugadores del plantel también. Por eso, el Mundial de Sudáfrica 2010 era una chance que no podían dejar pasar para intentar lograr lo que nunca habían conseguido: ganar la copa.
La Furia era cabeza de serie del grupo H y el ruido de las vuvuzelas obnubiló su juego y se vio sorprendido ante Suiza en el debut, que le ganó 1-0. En ese momento hubo lluvia de críticas al entrenador y todo el plantel. Pero lo que no sabían era que lo mejor estaba por venir…
Al partido siguiente, España demostró que un tropezón no es cáida y le ganó 2-0 a Honduras con un doblete de David Villa y en la última jornada selló su pase a octavos con un 2-1 ante Chile otra vez con un tanto del Guaje y otro de Iniesta.
A partir del “mata mata”, La Furia fue eficaz, precisa e implacable. Si bien no le sobró mucho en los resultados (1-0 a Portugal en octavos, 1-0 a Paraguay en cuartos y 1-0 ante Alemania en semis), en el juego fue superior a cada uno de sus rivales y justificó su memorable pase a la gran final ante Holanda.
La final quedará grabada en la memoria de todos los españoles para la posteridad: el gol de Iniesta fue el que selló nuevamente otro 1-0, pero la ventaja mínima más importante de la historia porque ese gol le dio el primer mundial de la historia.
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