Con apenas seis partidos en Primera, el Diablito generó que los Citizens se decidan a desembolsar 25 millones de dólares para llevárselo a Inglaterra, siendo un caso único en el país que solo se asemeja a lo que viene ocurriendo en el mercado de Brasil.

La celeridad y hasta sorpresa con la que se desarrolló la novela que involucra a Claudio Echeverri, River y su venta al Manchester City no deben hacer perder de vista que se trata de un jugador de 17 años que apenas tiene seis partidos en Primera. El pibe que hasta hace unos pocos meses estaba debutando ya tiene asegurado su futuro en Europa, en una experiencia inusual para cualquier persona de su edad fundamentalmente en Argentina. De allí se explica, en gran parte, esa naturalidad con la que le salió decir que “no voy a renovar”.

Esa frase que marcó a los riverplatense quedó un tanto de lado -al menos desde lo contractual- cuando se gestó en tiempo récord la transferencia que está a un paso de hacerse oficial, porque, al fin y al cabo, el Diablito no solo le dejará plata al Millonario sino que además se quedará en Núñez durante todo 2024 cedido por los de Pep Guardiola.

Para contextualizar, no hay antecedentes de un futbolista que, de tan joven y con apenas un puñado de presencias en la máxima categoría, sea traspasado a uno de los equipos más poderosos y vanagloriados del mundo en la actualidad. El caso Echeverri, si se quiere, solo puede emparentarse con lo que viene ocurriendo en el mercado de Brasil, donde sus jóvenes talentos son comprados, incluso antes de explorar, por los principales clubes del planeta fútbol.

¿Un ejemplo concreto y reciente? El de Endrick Felipe Moreira de Sousa, el habilidoso zurdo que encandiló a los captadores con su descollante Mundial Sub-17 y luego ratificó su condición de crack en tan solo unos encuentros con la camiseta del Palmeiras. Siete juegos y tres goles le valieron para que a apenas dos meses de su debut en octubre de 2022, con 16 años, al Real Madrid no le temblara el pulso para pagar una fortuna por su pase.