El equipo encabezado por Lionel Scaloni tuvo una noche aceptable en Asunción, pero no pasó del empate y terminó 0-0 en el Defensores del Chaco ante Paraguay.
El combinado albiceleste sufrió el juego rudo de los guaraníes, que cortaron el juego con constantes infracciones que no cesaron en ningún momento, gracias a la complicidad del árbitro Anderson Daronco.
El juez brasileño fue permisivo y permitió la rudeza del dueño de casa y su actuación distó por completo a la de Fernando Rapallini en el Superclásico entre River y Boca, donde amonestó desde el inicio y expulsó a Marcos Rojo antes de la media hora de juego.
El final fue a pura bronca de los jugadores argentinos con el árbitro principal, ya que consideraron que fue localista debido a su poca intención de mostrar amarillas a la Albirroja.
Ahora será momento de barajar y dar de nuevo y tener la guardia bien alta para el duelo ante Uruguay en El Monumental el próximo domingo.
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