Pareciera que fue ayer cuando Juan Carlos Montes mandó a la cancha a quien iba a transformarse en el mejor jugador de la historia del fútbol mundial.
Ya pasaron 45 años de aquella tarde en la que Diego Armando Maradona, con tan solo 15 años y con la 16 en su espalda, debutaba oficialmente en Primera División con la camiseta de Argentinos Juniors ante Talleres de Córdoba.
Pelusa se dio el lujo de tirarle un caño a Cabrera en su presentación y si bien el resultado final no fue el esperado (el Bicho perdió 1-0), ese día fue el principio de la leyenda.
“En la práctica del martes se me acercó el DT y me dijo: ‘mire que mañana va a ir al banco de Primera’. No me salían las palabras (…) De ahí mismo me fui corriendo con el corazón en la boca a contarme a mi viejo, a mi vieja. Y, claro, le conté a la Tota y a los dos segundos lo sabía todo Fiorito”, había recordado el Diez cuando era entrenador de Gimnasia.
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