El encuentro de la noche de ayer, estuvo cargada de acciones polémicas en las cuales hubo intervención del VAR y en otras no. Entre las más destacadas, quedaron a simple vista el gol anulado a Lionel Messi, la mano de Otamendi en el área y por último el rodillazo que recibió Exequiel Palacios en la espalda y que derivo en una fractura.
Quien habló al respecto, fue Miguel Scime, Asesor Arbitral de la FIFA, y avaló la decisión tomada por los árbitros en el gol de Messi: “Si vamos a la letra fría de la Fase de Ataque con Posesión de Balón, cuando comienza el ataque, si termina en córner, no se revisa absolutamente nada, si rechaza un adversario, no pasa nada… pero si termina en gol, se tiene que revisar desde que se inicio hasta que terminó. El concepto dice ‘señor, revise desde que se inició hasta que terminó’. No dice en ningún momento, en lo frió del reglamento, cómo se expresa para que lo interpreten los árbitros, que vaya directamente hacia al arco y no se desvíe, que no que vaya con pases laterales, que si pasan más de tres segundos no lo contabilice… no dice absolutamente nada… la interpretación la hace el VAR, que es el que gestiona y lo llama. Después, el arbitro es el que toma la decisión si esa falta existió o no existió“, expresó en una entrevista con Sportia.
Concluyendo su postura y la decisión tomada por el juez central, dijo: “De acuerdo a lo que dice el frío reglamento, interpreto que está bien anulado porque la fase de ataque se inicia en el momento en que el jugador de argentina recupera el balón a través de una infracción”.
Por último y en esta oportunidad se diferenció de lo cobrado por el árbitro, habló sobre el rodillazo que recibió Exequiel Palacios por parte de Ángel Romero: “Por su puesto que veo una jugada de roja. El VAR debería haber actuado ahí. La regla dice que en ese tipo de infracción se mide el punto de contacto, la fuerza aplicada y sus consecuencias. Olvídese de la intencionalidad. Esa es una resolución que era sencillamente fácil. No porque vi la consecuencia de que se fue en camilla, sino porque vi que la fuerza aplicada en el lugar que fue aplicado tenía una consecuencia de un posible riesgo físico al adversario. Eso es claro, es objetivo, por lo tanto tenía que haberle sacado tarjeta roja. Vamos a suponer que el arbitro, en la velocidad, a lo mejor no lo llegó a registrar así. El VAR lo tendría que haber registrado, lo podría haber llamado para una decisión, no decirle ‘expúlselo’, sino para informarle que había un posible juego brusco grave”, concluyó Scime.
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