En medio del cuestionamiento de todas las selecciones por el mal estado de todas las canchas brasileñas, la Conmebol decidió costear en su totalidad los trabajos de gramado y resembrado del Estadio Maracaná.
El histórico estadio carioca será sede de la gran final y quieren que luzca óptimo y que la pelota ruede como un billar. En consecuencia, hace varios días ya comenzaron las obras que llevarán a un cambio de más del 60 por ciento del césped.
“Lo que se está haciendo ahora aquí en el Maracaná es el plantío de rollos de césped. Son rollos extremadamente pesados, densos, nivelados. Pesan aproximadamente una tonelada cada uno”, expresó Maristela Kuhn, la ingeniera agrónoma a cargo de las tareas en Río de Janeiro.
Cabe remarcar que la gran final será el 10 de julio y hay gran expectativa, no sólo por cómo quedará el trabajo finalizado, sino también por ver al anfitrión levantar la copa allí. ¿Se dará?
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